Ley de etiquetado: Cómo leer las etiquetas de los alimentos
Mientras se busca la regulación por parte de la Justicia, es muy importante aprender a interpretar la información incluida en los paquetes de los productos y saber qué está ingiriendo el organismo.
El martes 5 por la tarde, debía tratarse en el Congreso de la Nación Argentina un tema que está desde hace un largo tiempo en la agenda judicial: la Ley de Etiquetado Frontal, que tiene como objetivo garantizar el derecho a la información sobre los alimentos y bebidas que se consumen en todo el país.
Pero el proyecto de vital importancia para la salud pública no obtuvo quórum para ser debatida en la Cámara de Diputados, por lo que no se le ha podido poner un marco regular a este asunto. Mientras se busca lograr sacar la ley, es importante tener una buena educación alimenticia, lo que le permitirá al consumidor saber seleccionar el producto apto para ingerir sin que corra riesgo su cuerpo.
Para ello, en el programa Buen Plan del miércoles, la conductora Iliana Calabró, recibió a la nutricionista Aluhe Martins Do Serro, quien explicó en qué consiste el proyecto legal y los tips a tener en cuenta al momento de leer la información y los datos que las empresas aportan en los paquetes de los alimentos.
Así prenderás a leer las etiquetas de los alimentos:
Con la implementación de la ley en cuestión se busca que se identifique los productos con un sello octógono negro para remarcar que no son recomendados y están altos en valores, por ejemplo, excesos de azucares o sodio. También, contener comentarios como “Contiene cafeína. Evitar en niños”, como puede ser en el caso de las gaseosas cola.
Hoy día, como esta situación no está regulada, la información no es verdadera y ocurren graves eventos: los ultra procesados se venden como “Aptos para diabéticos o celíacos”, cuando -en verdad- son de mala calidad según sus ingredientes. O, por ejemplo, los calditos que contienen sodio y grasas saturadas.
La ley, a su vez, busca limitar la publicidad de los productos que muchas veces vienen con ilustraciones llamativas que hace que la gente los consuma pensando de que son buenos para las infancias. Es por esto que, lo que hay que hacer, es aprender a leer la etiqueta de ingredientes. Sumando la gravedad de que, algunas empresas, no tienen declarados los valores de los productos.