Eduardo Blanco: “El colegio técnico me sirvió para ver lo que no me gustaba”
El talentoso actor estuvo en Pares de Comedia con Luis Rubio. En una divertida charla, el recordado coprotagonista de “El hijo de la novia” contó cómo pasó de la escuela industrial al mundo del espectáculo.
La reflexión semanal que sábado a sábado hace Luis Rubio en “Pares de comedia” lo llevó a preguntarse por la relación entre el humor y la venta. El humorista ¿es un vendedor?. En la presentación del programa hubo tres ejemplos que confirman esta afirmación.
Lo primero fue la recordada publicidad protagonizada por Jorge Martinez en la que encarnaba a un esmerado vendedor de vajilla. “Soy un león vendiendo Durax” afirmaba el actor y la frase quedó en la memoria de varias generaciones.
Luego fue el turno de Fredy Villarreal que recordó la anécdota de cuando vendía fundas para paletas de paddle. Luego de ofrecer su producto a un local, convenció a unos amigos de que fueran a comprarla. El dueño del negocio pensó que las fundas podían ser un éxito de ventas y le compró todas las que tenía. “Todavía las tiene en el local” bromeó el cómico.
Otro gran humorista y vendedor que estuvo en la presentación del programa fue Roberto Moldavsky, un genio del humor que recomendó halagar siempre a la amiga que acompaña a la compradora. “Es la amiga Cobos, el voto no positivo, hay que convencerla a ella” aconsejó el cómico.
Después de la presentación, llegó el turno del invitado. El talentoso Eduardo Blanco que habló del cambio en su vida que significó comenzar en un grupo de teatro independiente. Luego de recordar que estudió en una escuela industrial señaló que “el colegio técnico me sirvió para ver lo que no me gustaba y ver por dónde quería ir. La verdad es que lo padecí” se sinceró el actor.
Al preguntarse por qué eligió esa formación con la idea de continuar como ingeniero, el actor de “Luna de Avellaneda” afirmó que “fue por mandato familiar. Hoy veo un tornillo y me deprimo bastante”.
Por suerte para su futura carrera, a los 17 años comenzó en un grupo de teatro independiente. “Entre como un hobby” dice recordando lo que le decía a su familia. Pero el actor sabía que allí estaba su vocación y en ese espacio pudo “descubrir un mundo de comunicación con el otro que no existía en otro sitio. Sentir que nadie te iba a juzgar por tus vulnerabilidades por lo que sentis” afirmó.
