Alejandro Roemmers: “Fue la emoción lo que me hizo escribir”
El nieto del fundador del reconocido laboratorio decidió, en un momento de su vida, dejar la actividad de empresario y dedicarse a la literatura. “Amar a cada uno, a todos y a cualquiera, como la lluvia generosa y ciega que cae sobre los techos y los campos” había escrito a los 14 años.
Alejandro Roemmers, de 65 años, hizo un gran cambió en su vida cuando, 20 años atrás, tomó la decisión de abandonar el mundo empresarial para dedicarse a una pasión que lo acompaña desde la infancia, la literatura.
Su primer poema lo escribió a los 14 años y, al día de hoy, el escritor afirma que lo sigue definiendo. “Amar a cada uno, a todos y a cualquiera, como la lluvia generosa y ciega que cae sobre los techos y los campos” dice una de las partes de “Eternamente enamorado”, su primer acercamiento con la poesía.
“Fue la emoción lo que me hizo escribir, me acuerdo bien, porque era la última tarde de unas vacaciones de invierno en la sierra de Córdoba y sentí una gran tristeza por irme de ese lugar. Siempre sentí un gran atractivo por la montaña, los bosques. Al volver al colegio, me sentía mucho más encerrado en la casa de mis padres que en ese lugar y entonces sentí una necesidad de volcar esa tristeza, esa emoción, y escribí el primer poema” recuerda.
A mediados del 99, Roemmers escribió su primera novela, El regreso del joven príncipe. “Para mí fue una especie de relato de mi aprendizaje espiritual” señala el ex empresario. Roemmers reconoció que cuando comenzó a escribir pasó de ser una persona melancólica a una llena de energía, enérgica, alegre y feliz.
Su costado espiritual se ve reflejado en su última publicación “Morir lo necesario”. El libro gira sobre la idea de que “si uno da todo de sí mismo en esta vida, en este mundo, la parte de uno que muere es muy poca, porque todo lo demás lo ha dejado acá, lo ha dejado en sus obras o en sus hijos, en su familia”.
“Cuando uno muere después de haber dado mucho o de haberlo dado todo, es una muerte pequeña porque queda muy poco de uno para llegar hasta la tumba. Todo lo demás se ha entregado y se ha dado en vida” afirmó el escritor.