Emilio Monzó aseguró que Argentina necesita un presidente que aspire a la construcción y no la destrucción
El abogado y político dialogó en exclusivo con Jorge Fontevecchia acerca del contexto político actual que atraviesa el país a muy pocos meses de la asunción de la nueva figura presidencial.
En una nueva edición de ‘Periodismo Puro’ el periodista Jorge Fontevecchia recibió a líder del Partido del Diálogo y diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, Emilio Monzó, con quien analizó la situación actual que atraviesa Argentina luego de haber elegido por mayoría de voto al presidente Javier Milei lo que significó un abrupto cambio en relación a los últimos gobiernos que gestionan el país en los últimos años.
En primer lugar, el conductor del programa trajo a colación uno de los calificativos utilizados por el político para referirse a Milei a quien tildó de ‘dictador’ en donde explicó: “Esa personalidad, ese arrebato emocional permanente, me hace pensar que tengo riesgo de que ocurra eso que puedo imaginar. Para eso, qué tenemos que hacer: reforzar las instituciones”, propuso el entrevistado.
Asimismo el ex dirigente macrista agregó: “Yo creo que necesitamos un Presidente que muestre mayor temple, mayor reflexión y una aspiración mayor hacia la construcción y no la destrucción. Entonces siempre es bueno estar en esta sospecha, en este caso con algunas características, estoy con cierto alerta“
Por otra parte el invitado especial hablo de un cambio posible en la personalidad que el mandatario muestra ante la prensa en donde señaló: “Vamos a tratar de obviar que sea algo de su personalidad, que no pueda cambiar, vamos a pensar que sigue en modo de táctica electoral, que es más fácil”.
En ese sentido el miembro de la cámara de diputados destacó: “Una figura como Milei, con las características personales que describimos al comienzo, tiene una dificultad con las instituciones, pero también tiene una dificultad con su Gabinete (…) cuando tenés una personalidad que no acepta la disidencia, cada vez más te rodeás de los obsecuentes. Tu permanencia en un cargo en el gobierno nacional depende más de tu obsecuencia y del cuidado del humor de quien gobierna, que de tu legitimidad con la sociedad”.
