Ataque de Hamas en Israel: “No es un comando militar, es un comando de asesinos, esa era su misión”
Hugo Tzvi vive una pesadilla: está refugiado en un hotel del Mar Muerto y sobrevivió al ataque del grupo terrorista. El israelí habló con Ernesto Tenembaum y dio detalles estremecedores de cómo transcurre la guerra en el Medio Oriente.
Be’eri es uno de tantos pueblos y ciudades de Israel que fue atacado por el Grupo Hamás y, hoy, llora a sus muertos y desaparecidos. Hugo Tzvi es uno de los miles de israelíes que, aún, sigue procesando la pesadilla que vivió los últimos días, las últimas horas: está refugiado en un hotel del Mar Muerto, junto a su hermano, y quiso comunicarle al mundo cómo transcurre la guerra en Medio Oriente.
Este martes, Ernesto Tenembaum dialogó con el hombre que, pese a las dificultades e interferencias en la señal, contó en primera persona el horror del conflicto. “Este sábado, a las 7 de la mañana, empezaron los misiles a caer y las alarmas, nos metimos pronto en el refugio de la casa mi mujer, una de mis hija con su marido y sus tres pequeños hijos. Empezamos a recibir noticias de que habían terroristas en el kibutz”, comenzó a narrar el entrevistado.
“Ni siquiera sabemos qué casas incendiaron, si la gente que sobrevivió va a volver a sus casa, capaz yo no las tienen más. Seguramente hay casas que ya no tienen gente para volver a ellas porque mataron a familias enteras“, dijo el Tzvi en el aire de ‘¿Y Ahora Quién Podrá Ayudarnos?’. Y, con total seguridad, indicó que “vinieron a asesinar, no es un comando militar, es un comando de asesinos. Esa era su misión”.
“Estuvimos en el refugio 28 horas, hay gente que les entró al refugio el ejercito de Israel y empezaron a evacuarlos fuera del kibutz a tres de mis hijos inclusive”, detalló el sobreviviente del conflicto en Israel. Y, continuó: “Nosotros salimos en vida por suerte, el 10 porciento de la gente del kibutz fueron asesinados en los refugios, yo sé porque mandaban mensajes cuando podían”.
Finalmente, Tzvi indicó que, si bien, “por suerte con mi familia no tenemos ninguna cicatriz física”, las peores “heridas” son las que hoy día tienen “en el alma”.