Palermo: Tiene 15 años, robó en un bar y el dueño le ofreció comida y trabajo
Un hecho delictivo se convirtió en una gran historia solidaria tras viralizarse el episodio que ocurrió el martes en su local, ubicado en Las Cañitas. El estremecedor relato de los protagonistas, Martín y el adolescente.
La siguiente historia está lejos de terminar en tragedia. Muchas veces se conocen episodios donde la sociedad hace “justicia por mano propia” y termina linchando (en casos, llegar a matar) al delincuente que fue retenido por los vecinos o transeúntes en el momento. Pero, aquí, una verdadera ayuda humanitaria pudo “salvarle” la vida a una familia.
Este jueves, el equipo de ‘¿Y Ahora Quién Podrá Ayudarnos?’ decidió abrir su agenda informativa con este hecho que se viralizó en redes sociales, que sucedió el pasado martes 18, en Las Cañitas, Palermo. En el video que se difundió, muestran al propio dueño de la confitería que tacklea al menor de edad que, primeramente, había ingresado para vender unos productos de limpieza pero, se terminó robando un celular de una clienta.
Martín, propietario del local, advirtió el hurto a través de las cámaras de seguridad y, fue ahí, cuando alcanzó a retener al chico de 15 años de edad hasta que llegara la Policía de la Ciudad. Tal como detalló Ernesto Tenembaum, el pibe le imploró: “Dejame ir, lo hice por hambre”. El periodista agregó que, en la escena, también un vecino manifestó su enojo al decir: “No lo dejes ir, que aprenda porque va a pasar la noche en la comisaría y le va a venir bien”.
En medio de todo ese revuelo y conmoción, el propietario del bar, no pudo evitar enternecerse a entender que se trataba de un niño al que estaban llevando detenido. Por lo que se acercó al patrullero y le ofreció “una mejor opción”: lo invitó a acercarse otra vez al lugar, un plato de comida y trabajo.
Tal como relataron en YAQPA, al día siguiente, el chico llegó al comercio de Martín, acompañado por su papá y su hermano mayor, quienes le pidieron que le exprese sus disculpas por lo ocurrido. “Sentí que no estaba haciendo maldad y que lo estaba haciendo por necesidad”, expresó en una entrevista el negociante. Martín, el chico de 15 años, también habló y justificó -entre lágrimas- que “necesitaba llegar plata para comer en mi casa, que me perdone, yo estuve mal”.