Los hombres que desafían los estereotipos de género
Las nuevas tendencias han desembocado en una generación a la que ya no le importan el qué dirán: los beauty boys han llegado para quedarse.
No son travestis ni drag queens, simplemente son hombres que tiran por el suelo los estereotipos de género planteados culturalmente. ¿Quién dijo que un chico no puede usar pollera? ¿Quién dice que el maquillaje es cosa de mujeres?
Además de ser consideradas adictas a las redes, las nuevas generaciones han sabido diferenciar el sexo del género y con ello han tirado a la basura muchos roles impuestos por la cultura. Luchas como el feminismo también ayudaron a reivindicar la idea de que tanto las mujeres como los hombres son dueñas y dueños de usar sus cuerpos como quieran; no hay límites para experimentar con los elementos diseñados para “ciertos géneros”.
Mientras unos años atrás Mike Amigorena volvía locos a los medios usando polleras, esta semana los ojos estuvieron puestos en Jonathan Van Ness, uno de los integrantes de Queer Eye que caminó la alfombra roja de los Emmys vistiendo una blusa transparente y una pollera larga con un tajo que dejaba expuestas sus piernas y unos tacos magníficos. “Vinimos a matar a las normas de género”, dijo el estilista en su publicación.
El Instagramer alannized se dedica a subir fotografías de sus increíbles looks que demuestran la destreza del joven con el maquillaje. “Soy un chico maquillado. No soy un trans. No soy una drag queen”, explicó a las constantes preguntas y a los comentarios negativos que recibía en su página.
Por su parte, el youtuber y cantante King Jedet también habla constantemente sobre los roles de género. “Sin duda la sociedad ha avanzado, pero no lo suficiente. A día de hoy vas a una tienda de ropa y hay femenina y masculina. Los mensajes siguen ahí, a las niñas las ponen de princesas y a los niños de superhéroes”, comentó el artista en una entrevista con la revista Cosmopolitan.
Al referirse a la evolución de la sociedad española, Jedet no dudó en expresar que todavía falta seguir avanzando en estos aspectos a través de la educación: “La clave está en la educación tanto en la que dan los padres como los colegios y en uno mismo. Hay que tener curiosidad por conocer y no odiar lo considerado como diferente. Vivimos en un mundo lleno de cosas diferentes, bueno que tampoco lo son, aunque te hagan ver que es así. ¿Qué es diferente al fin al cabo? Queda mucho por destruir para volver a construir de una manera más abierta y tolerante”.
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