Mirá cómo recibir el equinoccio de primavera
Esta época del año vendrá acompañada con nueva energía que deberás saber utilizar a tu favor. Mirá en qué focalizarte en esta nueva etapa.
Como todos los años, el 21 de septiembre se celebrará en el hemisferio sur la llegada de la primavera. Entre picnics, música y estudiantes con las hormonas exaltadas por la llegada del calor nos olvidamos de la oportunidad que representa esta época del año en cuestiones astrológicas.
Es que entre el 22 y el 23 de septiembre (23 a las 4.50 de la mañana) viviremos también el equinoccio, es decir, el momento del año en el que el Sol se encuentra sobre la línea del Ecuador, generando que la duración del día y la noche sea la misma en todo el planeta, exceptuando los polos.
Una de las cuestiones que se comentan en este periodo que comienza es la disponibilidad de energía y la necesitad de estar dispuesto a soltar o a cambiar cuestiones del pasado para lograr mutar y recibir cosas nuevas, siempre buscando alcanzar el equilibrio.
“¿Alguna vez se preguntaron por qué libra, que es el signo de las relaciones, viene después de Virgo, el signo del cuerpo? Libra puede implicar relaciones personales, profesionales o demás y cualquier relación se basa en nuestro valor personal. Libra pasa después de Virgo porque gran parte del trabajo que tenemos que hacer con el valor personal es atender cómo me trato a mi mismo”, comenta la astróloga Mía Pineda en su “Introducción a los rituales del equinoccio”.
“Libra se trata del nos y el nos únicamente parte del yo. Libra se tarta de ser un buen espejo”, explica la conferencista sobre esta temporada que coincide con el punto inicial, el grado cero de Libra. Aquí Mía se encarga de aclarar que un buen espejo es aquel que es fiel. Es decir, aunque estemos reflejando cosas malas en otras personas, es algo bueno. Nuestra meta en este ciclo es llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos y así poder reflejar cosas buenas de los demás.
Asimismo, la astróloga advierte que hay que tener en cuenta que las nuevas tecnologías engañan, y muchas app hacen que nuestra propia imagen esté distorsionada. “Si estamos todo el tiempo proyectando en los demás, es imposible que sea un buen espejo a la hora de decirte algo o darte un consejo. Si estoy traumatizada con el amor y tu me pides un consejo de amor ¿qué creés que te voy a decir? No puedo ser un buen espejo. Estoy parcializada, de un lado”, explica la especialista y asegura que debemos enfocar nuestra energía en analizar las proyecciones que hacemos en el otro que el otro no tiene, que la otra persona no pidió, pero elegimos ver eso en el otro y tampoco es justo.
La pregunta para este momento es ¿Cuánto proyecto en otros? ¿Qué relación tengo con mi cuerpo? ¿Cómo me afecta la relación con mi cuerpo en la relación con los demás?
