Murió Sidney Poitier, el primer actor afroamericano en ganar un premio Oscar
El intérprete y cineasta mereció el premio de la Academia por 'Los lirios del valle' en 1963
El actor Sidney Poitier, de 94 años, falleció sin que se hayan comunicado las causas, según informó públicamente el ministro de Asuntos Exteriores de Bahamas.
Poitier nació en Miami en 1927, vivió hasta los 15 años en Las Bahamas, en la granja de tomates de su padre en Cat Island. Luego se trasladó a Estados Unidos, a la casa de uno de los hermanos de su padre en Florida. Mintió para conseguir un trabajo en la Armada e hizo todo tipo de empleos, para pagarse las clases de actuación. Sus primeros pasos fueron en Broadway, aprovechando la enfermedad del que luego se convertiría en gran amigo Harry Belafonte. Después, consiguió su primer papel principal en la película Semilla de maldad de 1955, con Glenn Ford como protagonista. A partir de las nominaciones a los premios Oscar, su carrera despegó.
El artista, consolido una carrera de más de 50 años , en las cual se destacan las películas, Rebelión en las aulas, En el calor de la noche o Adivina quién viene a cenar esta noche. Consiguió su primera nominación a un Oscar por su participación en Fugitivos (1958), un thriller carcelario dirigido por Stanley Kramer. Fue la primera vez que un actor afroamericano entraba en la lista de candidatos al premio de la Academia al Mejor Actor; además, ganaba un Globo de Oro y un premio Bafta.
Poitier se convirtió en el primer ídolo de raza negra del star system de Hollywood, uno de los mejor pagados y un exito asegurado para los empresarios que lo contrataban. Se lanzó también a la dirección, con poco éxito, realizando películas que durante la década de los 70 interpretaba él mismo, como Buck y el farsante (1972) con Harry Belafonte, Un cálido diciembre (1973) o tres títulos en los que daba la réplica a Bill Cosby: Sucedió un sábado (1974), Dos tramposos con suerte (1975) y De profesión estafadores (1977).
El actor tuvo seis hijas durante dos matrimonios, y publicó tres libros de memorias y una novela. Entre 1997 y 2007 sirvió como embajador bahameo no residente en Japón. “Hemos perdido un icono, un héroe, un mentor, un luchador, un tesoro nacional”, dijo el vice primer ministro de La Bahamas, Chester Cooper.
En el año 2009, Barack Obama le condecoró con la Medalla de la Libertad, el máximo honor civil que se concede en Estados Unidos, por ser “agentes de cambio extraordinarios que nos recuerdan que cada uno de nosotros lleva dentro el poder de realizar sueños, de facilitar los sueños de otros y de rehacer el mundo para nuestros niños”, dijo Obama.