De Fangio a Riquelme y Messi: 24 de junio, un día clave para el deporte argentino

El 14 de mayo se celebra el Día del futbolista en Argentina, en honor a un gol de Ernesto Grillo contra Inglaterra, en el Estadio Monumental. Incluso, el 16 de noviembre es el Día del deportista en nuestro país, pero sin un argumento firme, ya que es para homenajear a aquellos que han practicado alguna disciplina, sin importar la profesionalidad o amateurismo. Ambas jornadas podrían, tranquilamente, festejarse el 24 de junio, dado que nacieron tres de los más grandes íconos del deporte argentino.

Este día, pero de 1911, a las 00:10 hs., Herminia D”Eramo y Loreto Fangio tuvieron a Juan Manuel Fangio, en su casa de Balcarce, en la calle 13 número 321. Desde chico le decían el “Chueco”, apodo que le quedó para el resto de su vida. Habilidoso para jugar al fútbol -hasta fue parte de clubes de su ciudad-, practicó boxeo y empezó a trabajar en Ford a los 13 años. A los 16 tuvo su primer auto. Ya a los 18 dio sus primeros pasos como automovilista y se destacó en Turismo Carretera. Pero su nombre tomó fama mundial cuando saltó a la Fórmula 1.

Debutó en 1950 a bordo de un Alfa Romeo, en lo que fue el primer Campeonato Mundial de la máxima categoría. Su primer triunfo fue en Mónaco y ese año fue subcampeón. En 1951 obtuvo su primer título y al año siguiente volvió a quedar segundo. Pero fue dueño absoluto en 1954, 1955, 1956 y 1957; en 1958 corrió por última vez y su puesto en la tabla final fue 14. En la Fórmula 1, Fangio fue parte de 53 GP, de los que ganó 24 y se subió al podio 35 veces; largó primero en 29 oportunidades y su récord de cinco títulos mundiales fue igualado por Michael Schumacher en 2002, quien a la postre lo superó con dos coronaciones más en los años subsiguientes. Juan Manuel falleció el 17 de julio de 1985, a los 84 años.

En 1978 nació Juan Román Riquelme y al día siguiente, Argentina fue campeón del mundo por primera vez. Es el mayor de once hermanos y dedicó su vida al fútbol desde muy chico. El pibe de Don Torcuato hizo inferiores en Argentinos Juniors, pero en 1996, Boca lo compró y fue Carlos Bilardo quien lo hizo debutar en Primera. En el Xeneize brilló, ganó todo y es ídolo absoluto. Con la 10 en la espalda se cansó de dar vueltas olímpicas y de romperla en partidos importantes: en cuatro etapas, disputó 388 partidos, anotó 92 goles y dio 152 asistencias. Además, fue campeón de tres Copas Libertadores, una Intercontinental, cinco torneos locales, una Recopa Sudamericana y una Copa Argentina. Claro que su nivel lo llevó a Europa, donde jugó en Barcelona y se transformó en referente de Villarreal.

La Selección Argentina necesitaba un 10 después de Diego Maradona y Ariel Ortega; y fue él quien se la calzó. Primero fue campeón del mundo con la Sub 20 y también se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Con la Mayor jugó 51 partidos, gritó 17 veces y entregó la misma cantidad de asistencias. Las injusticias del fútbol hicieron que sólo participara de un Mundial (Alemania 2006). Se retiró en 2014, en Argentinos Juniors, donde regresó para ayudarlo a ascender a Primera y lo logró. Sus números finales, incluyendo selecciones juveniles: 883 partidos, 249 goles y 256 asistencias.

Más acá en el tiempo, ya en 1987, Celia y Jorge tuvieron a Lionel Andrés Messi, en Rosario. La historia de la Pulga es conocida y sus estadísticas son impresionantes. Debutó en Barcelona el 16 de octubre de 2004, ante Espanyol. Desde ese día, el 10 acumula 687 partidos oficiales, con 603 goles y 279 asistencias. Sí, demencial. Además, cosecha 34 títulos con la camiseta culé. Mirá los datos partido a partido de Lionel Messi en la Selección Argentina: ¡hacé clic acá!

Bonus track: el 24 de junio de 1990, Claudio Paul Caniggia le convirtió a Brasil un gol histórico por los octavos de final de la Copa del Mundo de Italia. Argentina ganó 1 a 0 con ese grito, uno de los más emotivos de la Selección.

¡Reviví aquel golazo de Cani!

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