Las mejores anécdotas de Argentina campeón 1986
En un nuevo aniversario del título obtenido en México, repasamos las mejores historias de la intimidad de la Selección, además de divertidas curiosidades.
El 29 de junio de 1986, Argentina venció a Alemania por 3 a 2 y ganó su segunda y última Copa del Mundo. Hoy, 32 años después, cada día se conoce una historia nueva de un equipo lleno de referentes y con un entrenador tan divertido como obsesivo. Acá, un repaso por las mejores anécdotas y curiosidades.
Antes de viajar hacia México para disputar el Mundial, Carlos Salvador Bilardo le dijo a su plantel algo típico de su estilo: “Muchachos, en la valija pongan un traje y una sábana. El traje lo usamos cuando bajemos del avión con la Copa y la sábana por si perdemos y tenemos que irnos a vivir a Arabia”.
El Doctor era tan meticuloso e informado que les prohibía expresamente a sus dirigidos comer carne de pollo durante las concentraciones. Ese alimento le traía “mala suerte”, por eso, los obligaba a consumir carne vacuna.
“Ruggeri, ¿a quién marcás?”, Carlos Bilardo.
Cuando la Selección pasó a la final, el DT estuvo una semana encima de los jugadores para ajustar al máximo cada detalle y que no se escapara nada. A Oscar Ruggeri le había asignado la marca personal sobre Karl-Heinz Rummenigge. Por eso, cada noche entraba a su habitación para preguntarle a quién debía tomar. No le importaba la hora y, de madrugada, mientras el Cabezón dormía, le preguntaba: “Ruggeri, ¿a quién marcás?”.
Pero no fue sólo el Cabezón a quien el director técnico persiguió. Un día antes del duelo definitorio, se cruzó con Jorge Valdano en los pasillos del hotel y entablaron la siguiente conversación:
Carlos Bilardo: ¡Qué partido mañana, eh!
Jorge Valdano: Sí, Carlos, una final de Mundial no se juega todos los días.
CB: Pero ya está, eh, ya está, ya lo tengo. Diez contra diez es 0-0, ya lo tengo. Después, el que gane el duelo del uno contra uno hace campeón del mundo a su equipo.
JV: Sí, Carlos, si Diego está bien, somos campeones del mundo, no tengo dudas.
CB: No, Diego está en el otro grupo, en el diez contra diez. El duelo que define quién es el campeón son Briegel y vos.
JV: ¡¿Cómo Briegel y yo?!
CB: Sí, vos con Briegel todo el partido, el que gana ese duelo, gana el Mundial. Todo lo demás lo tengo, ya está, todo lo demás lo tengo. Hombre a hombre con Briegel, que no la toque, el que gana ese duelo gana el mundial.
Argentina ya había levantado la Copa del Mundo. Los futbolistas estaban festejando y vieron que el Narigón se había encerrado en su habitación. Lo fueron a buscar y el DT los echó a los gritos: “¡No me hablen! ¡Nos hicieron dos goles de cabeza!”. Días más tarde, el entrenador contó que reaccionó de ese modo porque ya “estaba pensando en Italia 90”.
Si algo se recuerda de México 86 es el deslumbrante partido que Diego Armando Maradona disputó ante Inglaterra, con dos goles memorables: uno por la “mano de Dios”, el otro por memorable apilada de ingleses. Hay muchas frases que envuelven a esa “jugada de todos los tiempos” del 10.
“Mucho elogio a Dieguito, pero con el pase que le di, el gol estaba hecho”, dijo en tono jocoso Héctor Enrique. Valdanito describió de este modo ese mágico momento: “No lo fui a abrazar. Era una obra demasiado personal para que yo aparezca a abrazarlo”. Y Sergio Batista no se quedó atrás: “Cuando fui a abrazar a Maradona lo insulté, le dije “sos un hijo de p… “, porque me pareció que felicitarlo era demasiado poco para una obra de arte como esa”.
El primer tanto del partido también tuvo una reacciones de todo tipo. Primero, el autor dejó una frase eterna: “Yo no la toqué, fue la mano de Dios”. Bobby Robson, DT de Inglaterra, no dudó en elogiar a Pelusa: “Está bien, el primero lo marcó con la mano, pero el segundo valió por dos”. Y Gary Lineker, figura de los británicos, fue sincero: “Si no hubiera sido un partido importante para mí, habría aplaudido”.
¡Mirá el resumen de la final entre Argentina y Alemania!
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