Rodrigo Cascón habló sobre su pasión por la comida y explicó por qué decidió comenzar a cocinar
El conductor de ‘Destinos y sabores’ fue el invitado estelar de la última edición de ‘+Caras’, donde, guiado por las preguntas de Héctor Maugeri, repasó su trayectoria y reflexionó sobre los motivos que lo llevaron a dedicarse a la cocina. Su emotivo relato destacó la pasión que consolidó su impronta en el mundo gastronómico.

Rodrigo Cascón, uno de los cocineros más destacados de Argentina, brilló en ‘+Caras’ al compartir un recorrido por su carrera, que incluye nueve años como chef en ‘La peña de morfi’ en Telefé, donde se ganó el cariño del público. Su trayectoria refleja su compromiso con hacer de la cocina un lugar accesible para todas aquellas personas que deseen adentrarse en este tipo de prácticas.
Durante la entrevista, el experto en gastronomía abrió su corazón al hablar de las motivaciones personales que lo llevaron a convertirse en chef, conectando sus primeras experiencias con la comida con el impulso creativo que moldeó su camino profesional. “Para mi cocinar era estar un momento con mi abuela, cuando ya más de grande empecé a tener un grupo de amigos es como que empezó a trasladarse, eso que sentía, a cocinar a la gente que yo quería”, destacó el mediático.
Seguido de ello el trabajador de Telefe explicó: “Me costó un poco salir, porque al ser introvertido lo que la gastronomía hacía era meterme mas para adentro, para mi era un momento conmigo mismo que yo exploraba y era sentir a mi abuela cerca, pero era la cocina”.
Seguido de ello el invitado habló acerca de sus primeros pasos frente a cámaras en donde recordó: “Esa fue una lucha que tuve que tener de grande cuando empecé a estar en televisión, porque el cocinar y estar metido en la gastronomía en el plato y explicarlo, estar con alguien hablando, hacer el show, tiene mucho de show de esto que exige la televisión que es hacer comedia al mismo tiempo, me costó no fue tan fácil”
Además, Cascón, aseveró que haberse adentrado en este rubro se convirtió en una especie de ‘sanación’ para su vida. “Yo la vocación la heredé, si bien con mi mamá cocinaba, porque de chico me cuidaba mi abuela y yo empecé a cocinar y volqué todo el amor por mi abuela en la gastronomía y la gastronomía ahora para mi es amor justamente”.