Aumento de la inflación en la Ciudad de Buenos Aires: el IPC de marzo se ubica en el 3,2%
Según observó la periodista Elizabeth Peger, los últimos registros indicaron una suba de puntos por el aumento de los alimentos y las bebidas, provocando un impacto en los registros. El dato se dio a conocer antes de la difusión del informe del INDEC, que ocurrirá el próximo viernes 11.

En un contexto económico complejo, el índice de precios al consumidor (IPC) de la Ciudad de Buenos Aires mostró un preocupante repunte durante el mes de marzo, registrando una inflación del 3,2%. El dato fue revelado el pasado miércoles por la tarde, en el programa Modo Fontevecchia, de la mano de la periodista Elizabeth Peger, quien detalló los pormenores de esta nueva medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) correspondiente a la capital del país.
Según el informe oficial, el IPC de marzo marcó una significativa aceleración respecto al 2,1% que había registrado en febrero, evidenciando un incremento de más de un punto porcentual en tan solo un mes. Este dato no solo refleja la creciente presión sobre los consumidores, sino también una alteración en las dinámicas inflacionarias que habían caracterizado los meses anteriores.
El dato de la Ciudad de Buenos Aires, tradicionalmente, tendió a anticipar las cifras nacionales, y este mes no fue la excepción. Aunque la inflación en la capital estuvo por encima de la media nacional, la diferencia fue de apenas 1,1 puntos porcentuales. Esto marcó una variación con respecto a lo ocurrido en febrero, cuando la brecha entre ambos indicadores fue algo más amplia. Según Peger, este comportamiento destaca un “corte de parámetro” que venía verificándose en los últimos meses, un patrón que mostraba una tendencia estable en la que el IPC de la Ciudad se mantenía ligeramente por encima del nacional.
El principal factor detrás de este aumento de la inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue el fuerte aumento en los precios de alimentos y bebidas. Este rubro, que históricamente ha sido uno de los más sensibles a las fluctuaciones económicas, experimentó subas significativas, lo que impactó directamente en el bolsillo de los consumidores porteños. Alimentos básicos como pan, leche y carnes, que son componentes esenciales de la canasta básica, mostraron incrementos que superaron las expectativas del mercado.
El comportamiento de los precios de alimentos no es un fenómeno aislado; responde a una serie de factores que incluyen la incertidumbre macroeconómica, la evolución del tipo de cambio y las políticas internas que afectan la cadena de distribución y comercialización. A su vez, la continua presión sobre los costos de producción, sumada a los ajustes en los precios de los combustibles y los servicios públicos, genera un contexto en el que las subas de precios parecen no ceder.
El dato de marzo también genera interrogantes sobre el impacto de las medidas económicas implementadas por el gobierno para intentar frenar la inflación. A pesar de los esfuerzos, como los controles de precios y el programa de subsidios, los resultados en términos de estabilidad económica siguen siendo limitados.
En conclusión, el aumento del IPC en la Ciudad de Buenos Aires a 3,2% durante marzo es un reflejo de la presión inflacionaria que afecta a la economía doméstica, en especial en rubros clave como alimentos y bebidas. Este indicador marca una nueva fase en el ciclo inflacionario, que sigue siendo uno de los principales desafíos para la gestión económica del país en lo que resta de 2025.