Intento de robo y tragedia en Barracas: un asalto que terminó con un delincuente muerto y otro herido
A tan solo unos pocos metros de donde se ubica la Editorial Perfil, entre las calle Perdriel e Iriarte, una vecina fue interceptada por dos ladrones menores de edad que intentaron quitarle su auto a mano armada. Un policía y vecino, que justo estaba fuera de servicio, se identificó como fuerza de seguridad y disparó.
El hecho policial del día ocurrió nada más ni nada menos que a pocos metros de distancia de donde se ubica la Editorial Perfil, en el barrio porteño de Barracas: ayer por la tarde, en la intersección de las calle Perdriel e Iriarte, ocurrió un intento de robo que terminó en una tragedia protagonizada por dos delincuentes.
Según relató la cronista de Modo Fontevecchia, Luciana Mina, que transmitió desde el lugar de los hechos para aportar todos los detalles de el intento de robo a una ciudadana de la zona, alrededor de las 7 de la tarde del pasado jueves 11 se produjo este lamentable hecho. La damnificada, que fue identificada como Susana Monsalvo, retornaba en ese momento a su domicilio abordo de su auto modelo Volkswagen Bora color blanco, cuando fue interceptada por dos jóvenes en la puerta de su casa.
Tal como indicaron fuentes policiales, los asaltantes eran menores de edad y, uno de ellos, portaba un arma de fuego. En el instante que la abordaron y amenazaron para quitarle su vehículo, un personal de seguridad que estaba fuera de servicio, que también es vecino de la zona de Barracas, observó la situación y no dudó en intervenir.
La periodista radial contó que, cuando el hombre se identificó como policía, uno de los ladrones disparó y fue en ese momento que se produjo una balacera: uno de los jóvenes resultó herido por un impacto de bala en el estómago y, el otro, se dispuso a huir del lugar en el Volkswagen Bora pero terminó chocando contra otro auto aproximadamente a tres cuadras, en las calles Vélez Sarsfield e Iriarte.
Dentro del vehículo había quedado atrapado el hijo menor de Monsalvo, quien fue rehén y testigo de la muerte del delincuente baleado que logró abandonar el volante y caminar unos pocos metros, hasta que se desplomó y falleció producto del disparo.
