Matías Bagnato aseguró que su caso es un ejemplo de lo que tienen que sufrir las víctimas para obtener justicia
En la madrugada del 27 de febrero de 1994, su vida cambió para siempre: Fructuoso Álvarez González incendió la casa de su socio con su familia adentro. En el hecho murieron cinco personas, y el hombre fue condenado a cadena perpetua.
Durante la jornada de este lunes la Cámara de Casación Penal denegó una solicitud de Fructuoso Álvarez González, quién pidió la excarcelación tras estar cumpliendo cadena perpetua. El hombre fue condenado por cometer la masacre de Flores, hecho ocurrido en 1994, en donde las víctimas fueron la familia de Matías Bagnato. Incendió intencionalmente la casa en donde murieron cinco personas. En entrevista a Modo Fontevecchia, el único sobreviviente de este hecho otorgó declaraciones.
“Estos momentos son terribles, justamente por esto. El tener que a 29 años repetir una y mil veces como salí de la casa. Tener que ver imágenes de mi casa quemada o como sacaban los cuerpos de mi familia, por supuesto que es destructivo y es la parte más cruel de todo esto”, señaló en exclusiva Matías Bagnato.
En este sentido, Bagnato resaltó que su caso es el fiel ejemplo de lo que tiene que sufrir una víctima para obtener justicia en la Argentina. “Es difícil poner en palabras. No hay nada más horrible que un incendio. Hoy a 29 años como te digo, cuando tengo que pasar por estas situaciones vuelvo a sentir hasta el olor del incendio. Es espantoso”, afirmó.
“Y todo esto es gracias a la justicia que tenemos en nuestro país que una y mil veces me hace revivir ese infierno de esa noche del 17 de febrero”, cuestionó Bagnato, quien solicita no volver a pasar por este duro proceso debido a los malos recuerdos que les trae.
