Las bases de un mantenimiento agroecológico

Hoy en el día del agricultor, nos visita Valeria Churba y nos enseña a cuidar nuestra huerta.

La agroecología es una disciplina científica que aplica la ecología (básicamente, la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con el medio en el que viven) para el diseño, desarrollo y gestión de sistemas agrícolas sostenibles.

El objetivo de la agroecología es producir alimentos más saludables que los producidos mediante la agricultura tradicional, tanto a gran escala como pequeña, a través de una mirada INTEGRAL del ecosistema (tanto un campo o una huerta)—incluido el componente social—, a la vez que se conservan los recursos naturales y la biodiversidad.

 “Se entiende por agroecológico a todo sistema de producción sustentable en el tiempo, que mediante el manejo racional de los recursos naturales, contemplando la diversidad biológica y sin la utilización de productos de síntesis química, brinde alimentos sanos y abundantes, manteniendo o incrementando la fertilidad del suelo”. Por lo tal, se considera agroecológico a aquellos alimentos, en general vegetales y frutas, que en ninguna etapa de su producción intervienen fertilizantes, herbicidas o pesticidas químicos, como así tampoco en los suelos donde son cultivados”

(Fuente: INTA – LA HUERTA AGROECOLÓGICA DE AUTOSUSTENTO)

 

MANTENIMIENTO AGROCOLÓGICO

 La importancia de la biodiverdidad

Un ecosistema diverso, con multiplicidad de especies, es sinónimo de salud.  Si trabajamos junto a la naturaleza -y no en su contra- podemos lograr una huerta equilibrada y rica.  El ideal es lograr un sistema que se auto regule, con una mínima necesidad de intervención por nuestra parte. Para eso, es importante aprender a observar, a interpretar y reconocer señales.  

 Entonces, se podría decir que la base del mantenimiento orgánico de la huerta es la prevención y el correcto diseño y planificación.

Es muy importante ofrecerle a las plantas las condiciones óptimas para su desarrollo: luz, nutrientes, espacios, asociaciones, suelo y riego apropiado, entre otras. Una planta sana y bien nutrida tiene mejores defensas y está más fortalecida para soportar el avance de una plaga u enfermedad.

 

Como dijimos, vamos a intentar, a través de diferentes prácticas, que el sistema se autorregule, como ocurre en un ecosistema natural.

Para ello, se recomienda poner en práctica las siguientes técnicas:

• Promover la biodiversidad de la huerta, colocando distintas hortalizas y aromáticas.
• Es muy recomendable incorporar flores de colores amarillo o naranja, como por ejemplo las caléndulas y los copetes. 
• Se puede colocar también aromática como cerco vivo de la huerta. Utilizar lavanda, romero, salvia, ruda, ajenjo y orégano.
• Utilizar buenas rotaciones y asociaciones dentro de la huerta, colocando juntas a plantas que se benefician entre sí, o distanciando aquellas que pueden competir.
• Tener un buen sustrato: suelto y fértil, a través de la incorporación de abonos orgánicos, como lombricompuestos.
• Favorecer la llegada de variedad de insectos

 

INSECTOS EN LA HUERTA

Los insectos son bio-indicadores de la salud de nuestra huerta. Muchos de ellos son beneficiosos y otros, sin bien pueden convertirse en plaga, no deberían preocuparnos mientras aparezcan en cantidades tales que no afecten la producción y sean naturalmente controlados por sus predadores.

Los insectos son parte del ecosistema de la huerta, y en lugar de asustarnos ante su presencia, es importante entrenarnos en prevenir antes que Intervenir. 

Mientras podamos observar algunos de ellos en cantidad tal que no afecten nuestra producción, podemos quedarnos tranquilos que otros insectos (predadores) los van a controlar.

 Por ejemplo, la vaquita de San Antonio se alimenta de cochinillas y pulgones, que pueden formar una plaga y dañar a muchos de nuestros cultivos.  La presencia de caracoles y babosas indica que la presencia de mucha humedad.

 

Etapas de intervención frente a los insectos:

1- No hacer nada y observar

2- Intervención mecánica, biológica o a través de preparados repelentes naturales

3- Rediseño del sistema

 

Los preparados orgánicos caseros generalmente perturban a los insectos, no son insecticidas en sí. Estas sustancias entonces, en lugar de matar, ayudan a mantener las plagas en niveles tolerables, evitando también cambios bruscos en el ecosistema.

 

Valeria Churba, licenciada en Ciencias Ambientales, lideró y formó parte de equipos en empresas, organismos públicos y ONG. Diseña, gestiona y ejecuta proyectos de agricultura urbana.

Trabaja con un concepto innovador de huertas, adaptándolas a la ciudad, sus hogares, comunidades, instituciones y centros educativos, considerando sus ritmos, espacios, capacidades y necesidades.

Además ofrece kits de huerta para niños a través de su web www.valeriachurba.com.ar. Desarrolló iniciativas de educación ambiental, vinculadas a temas como el cambio climático, la gestión de los residuos y el consumo sustentable.

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