Paul Milgrom: “La tecnología nos metió en la polarización, pero puede sacarnos de ella”
El Nobel de Economía reflexionó en ‘Periodismo puro’ sobre cómo la tecnología, que agravó las divisiones políticas, podría revertir el daño con nuevas herramientas, apostando por la inteligencia artificial para sanar las cámaras de eco que amenazan la democracia.

En la última edición de ‘Periodismo puro’, Jorge Fontevecchia recibió a Paul Milgrom, el prestigioso economista de Stanford galardonado con el Nobel por revolucionar las teorías de subastas y crear formatos que moldearon desde la publicidad online hasta el streaming.
Milgrom, quien diseñó el protocolo de subastas de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. para asignar frecuencias celulares y lideró la reasignación de espectros para la banda ancha inalámbrica, compartió su visión sobre el impacto de la tecnología en la sociedad en donde destacó cómo los avances tecnológicos de la última década han contribuido a la polarización política, un fenómeno que, según afirmó, podría corregirse con innovaciones que él y sus estudiantes en Stanford están explorando.
Durante la entrevista, Fontevecchia planteó una inquietud clave acerca de si la tecnología, al amplificar el sesgo de confirmación a través de redes sociales y noticias personalizadas, ha debilitado la democracia podría también resolverlo. Milgrom reconoció el problema de las ‘cámaras de eco’, donde las personas solo consumen contenido que refuerza sus creencias.
Asimismo el intelectual expresó al respecto: “Sé que, por mi parte, me esfuerzo mucho por suscribirme a periódicos tanto de izquierda como de derecha para intentar, al menos, estar al tanto de las opiniones más inteligentes de ambos bandos”, confesó.
Además subrayó la necesidad de fomentar una comunicación más diversa. Aunque admitió que la primera ola tecnológica “nos ha llevado por mal camino”, se mostró esperanzado con el potencial de la inteligencia artificial para transformar cómo se accede a la información, en donde enfatizó que la solución está en manos de las próximas generaciones de innovadores. “Espero que algunos de mis colegas y algunos de mis brillantes estudiantes de Stanford tengan ideas para promover una visión más integral que debilite la cámara de resonancia, o incluso la elimine”, afirmó.