Kyle Chayka explicó cómo las redes sociales y la tecnología moldearon la política de Donald Trump
El autor de ‘Mundofiltro’ habló en exclusiva con Jorge Fontevecchia sobre la radicalización en redes, la alianza de Trump con Silicon Valley y el impacto de la IA en el poder, en una entrevista que sacude la mirada sobre el presente.

Kyle Chayka, el influyente escritor de The New Yorker y autor de ‘Mundofiltro’, se sentó con Jorge Fontevecchia para desentrañar cómo las redes sociales y la tecnología están reconfigurando la política global, con foco en los primeros dos meses de la segunda presidencia de Donald Trump, que comenzó el 20 de enero de 2025.
Chayka, un experto en cultura digital puso la lupa en la inesperada unión entre el gobierno de Trump y los principales referentes de Silicon Valley, una alianza que se hizo evidente en la investidura, donde magnates como Mark Zuckerberg marcaron presencia. Este vínculo, según el pensador, no sólo impulsa la inteligencia artificial en la burocracia estatal, sino que también abre la puerta a una extracción masiva de datos que podría cambiar las reglas del juego.
El análisis del entrevistado se da en un momento en que las plataformas como X y TikTok se han convertido en terreno fértil para la ultraderecha, un fenómeno que él conecta con el poder de los algoritmos para encerrar a los usuarios en burbujas extremas.
En ese sentido el experto expresó: “Las redes sociales han afectado nuestro entendimiento de una realidad compartida y de verdades universales, porque nos limita a nuestros propios prejuicios y confirma nuestros intereses ya expresados”, reflexionó Chayka al analizar cómo las plataformas aceleran la radicalización al recomendar contenido cada vez más extremo.
El escritor agregó además: “Ver a Mark Zuckerberg y el resto alineados detrás de él fue realmente impactante”. Para él, este momento reveló una unión entre un gobierno conservador y las empresas tecnológicas más avanzadas del planeta, desde el dueño de Meta hasta Sam Altman de OpenAI, quienes ahora negocian con el Estado para construir centros de datos masivos.